Lost at Sea fue publicado en 2003 y nos muestra a Raleigh, una chica recién salida de la prepa que, por azares del destino se encuentra a si misma en un viaje alrededor del país entre moteles y algunos de sus compañeros de la escuela con los que nunca ha hablado.
Raleigh habla consigo todo el tiempo. Raleigh le habla a su novio, Stillman. Rileigh ve gatos.
Hay gatos en todas partes.
¿Qué sucedió? ¿Cómo terminó Raleigh con estos chicos a quienes nunca en su vida les ha dirigido la palabra? ¿Porqué ve gatos todo el tiempo?
Ella solo puede venir con una explicación lógica. Ella no tiene alma, se la ha robado un gato.
Con un tono filosófico, O'Malley nos lleva a través de las páginas del cómic por la mente de una pequeña e insegura chica que sobreanaliza todo a su alrededor.
Pero eso es bueno, Lost at sea no es un libro de comedia, es un libro sobre adolescentes, sobre miedos, sobre gatos y sobre viajes en carretera.
Lost at sea es sobre las estrellas, sobre padres divorciados, sobre conversaciones incomodas, saltar en la cama, traumas de la infancia.
Lost at sea es un buen libro para leerse una parte del día y cuestionarse la otra. El blanco y negro y la tipografía a mano realmente encajan en el ambiente, la falta de tonos en gris también le da un sentimiento más plano. Menos rebuscado. Porque lo que destaca en esta obra no es el arte sino el guión.
Lost at sea es sobre las estrellas, sobre padres divorciados, sobre conversaciones incomodas, saltar en la cama, traumas de la infancia.
Lost at sea es un buen libro para leerse una parte del día y cuestionarse la otra. El blanco y negro y la tipografía a mano realmente encajan en el ambiente, la falta de tonos en gris también le da un sentimiento más plano. Menos rebuscado. Porque lo que destaca en esta obra no es el arte sino el guión.
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